Incómodos los vecinos y la “gente bien” de la villa de Quito por tan estruendoso jolgorio que los indios y otras gentes de la plebe colonial hicieron de la fiesta del alba cuyo cómplice fue el Albazo (ritmo musical ecuatoriano de origen indígena y mestizo) presentaron enérgicos reclamos al presidente de la Real Audiencia de Quito don José Diguja, quien en 1769 emitió un Auto sobre prohibición de albazos, que en su parte resolutiva manifestaba:
(El Presidente de la Real Audiencia de Quito), deseando atender al bien de la República, evitar las ofensas a Dios y los desórdenes, dijo: que debía de prohibir y prohíbe los albazos, absolutamente, y mandó que ningún músico, cohetero ni otro oficial (artesano) concurra a celebrarlas, ni con este motivo se junte y congregue gente en las calles a la medianoche o el alba (…)1
Fuente: Jurado, Noboa Fernando, Rincones que Cantan Pag. 18
1 Archivo Nacional de Historia, Quito, Auto sobre prohibiciones de albazos dictados por el presidente José Diguja. Sección Autos Acordados
(El Presidente de la Real Audiencia de Quito), deseando atender al bien de la República, evitar las ofensas a Dios y los desórdenes, dijo: que debía de prohibir y prohíbe los albazos, absolutamente, y mandó que ningún músico, cohetero ni otro oficial (artesano) concurra a celebrarlas, ni con este motivo se junte y congregue gente en las calles a la medianoche o el alba (…)1
Fuente: Jurado, Noboa Fernando, Rincones que Cantan Pag. 18
1 Archivo Nacional de Historia, Quito, Auto sobre prohibiciones de albazos dictados por el presidente José Diguja. Sección Autos Acordados
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